Niños y niñas del HDS disfrutaron la obra: “Ámbar, la Niña de las Estrellas”
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Como parte de un trueke entre la Compañía de Teatro Nos y el Hospital Del Salvador de Valparaíso por el uso de La Capilla como sala de ensayo, se realizaron una serie de talleres de teatro para los niños, niñas y jóvenes del Colegio Hospitalario, para culminar la semana con la presentación de la obra: “Ámbar la niña de las estrellas” que pudo disfrutar toda la comunidad. La obra narra la historia de una niña que sufre bullying en su Escuela, por lo que un día pide un deseo a una estrella fugaz para escapar de su planeta y recorrer el Universo.
Este relato nos lleva por un viaje a través de la imaginación hasta un futuro distópico en el cual la Humanidad ha destruido el planeta tierra producto de la contaminación: “la mirada de esta compañía es hacer conciencia medioambiental”, explica Ignacio Barrales, quien se inspiró en un libro y en sus experiencias personales para crear el guión que da sustento a “Ámbar la niña de las Estrellas”.
“Muchas de las cosas que dice Ámbar, a mí igual me pasaron, comer en el baño, son cosas que a uno le pasan, este mundo imaginario, yo inventaba cosas y después las creía, entonces si bien Ámbar es bien segura y Mercurio es inseguro, ella expresa elementos de su personalidad en ambos personajes, a través de su imaginación”, explica Ignacio Barrales.
“Ámbar es una niña que tiene 8 años, muy curiosa por las cosas, está en su mundo. No tiene muchos amigos en el Colegio, tiene más imaginación, le gusta jugar con su cuerpo, no tanto con la tecnología. Ella tiene dos juguetes “Mercurio” y “La Nave” y ellos son sus amigos en la vida cotidiana. Es una niña que le gusta mirar las estrellas y el universo, es muy juguetona”, nos cuenta Constanza Zúñiga, la actriz que interpreta a Ámbar.
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Pero la protagonista no podría cumplir su objetivo sin sus compañeros de aventuras: “La Nave” y “Mercurio”. Carla Sotomayor, quien interpreta a La Nave, nos habla de su personaje describiéndolo como “un sistema operativo, un neuro transporte automático espacial, que se encarga de transportar a Mercurio ya que él es el último sobreviviente del planeta Tierra. Se encarga de cuidarlo, de decirle qué significan ciertas palabras, hasta lavar los platos. Vendría siendo una especie de madre-amiga de Mercurio y, finalmente, su única amiga después de la destrucción del planeta”.
Finalmente, “Mercurio es un hombre de unos 30 años que junto a la Nave, vagan por el universo en busca de un planeta al cual habitar. Él es del año 3001 y en este futuro distópico que destruye el planeta tierra a causa de nosotros, de la contaminación ambiental. Por este motivo, Mercurio vagaría, y debido a esta falta de humanidad, sufre de distintos problemas, cobardía, ensimismamiento”, explica Ignacio Barrales, actor y guionista de la obra.
La obra está dirigida a un público infantil para concientizar sobre el cuidado del medio ambiente, pero también es de carácter universal, porque finalmente: “nosotros también somos niños, los viejitos de 87 años también son niños, todos somos niños y de alguna forma también nos toca la obra, porque finalmente seguimos haciendo cosas que replicábamos cuando jugábamos en nuestra infancia”, señala Carla.
La experiencia de realizar Talleres de Teatro para los niños y niñas de la Escuela
Como parte de la retribución por el uso de La Capilla para sus ensayos, la compañía de teatro Nos también realizó talleres para los niños y niñas de la Escuela Hospitalaria, que contaron con la asistencia del segundo ciclo y sus profesores.
Para Constanza Zúñiga, la realización de estos talleres fue: “una experiencia única, es la primera vez que hacía un taller personalmente, y creo que hacer un taller para adolescentes que es una edad súper compleja y de un Hospital, iba pensando en que iba a ser un desafío, pero los niños se entregaron totalmente, para mí se eliminaron las diferencias que pueden haber de estar dentro del Hospital y fuera del Hospital, fue súper lindo, yo los vi liberados, jugando. Es muy sutil el trabajo que se hace ahí”.
Por su parte, Ignacio Barrales destacó el aprendizaje que implicó esta experiencia: “fue una experiencia muy grata de aprendizaje. Una de las cosas que concluimos es que este taller es para ellos y debemos estar muy atentos hacia la escucha de ellos, sus necesidades, si ellos quieren hacer un ejercicio, si no lo quieren hacer, no obligarlo, pero igual invitarlo y enseñarle para qué le va a beneficiar ese ejercicio. Fue un momento de despreocupación, de pasarlo bien”, afirmó.
La compañía continuará trabajando durante los meses de enero y febrero, por lo cual se planifican nuevas actividades para los niños de la Escuela y para la comunidad del Hospital.